Cría y selección canina de calidad, en ambiente familiar



El Rebollar de Maram es un núcleo zoológico dedicado a la cría y selección del Bichón Maltés y del Yorkshire Terrier.

Somos socios de la Real Sociedad Canina de España, y estamos especializados en ejemplares de pequeño tamaño.

Somos uno de los pocos criaderos de España en los que podrás ver a los progenitores de las camadas, e incluso, tendrás la opción de verlos interactuar entre sí, muestra de que son perros nacionales, criados en las mejores condiciones (prácticamente, en casa), no traidos de los países del este. Algo que en la actualidad es muy complicado de encontrar, y sobre todo, a los precios que nosotros ofrecemos.

Esta dedicación hace que nuestros cachorros estén perfectamente sociabilizados y libres de traumas.

Todos nuestros cachorros son de pura raza, tienen pedigree, y se entregan con sus cartillas veterinarias, con la vacunación y desparasitación oportunas para su edad, con sus justificantes de inscripción en el libro de orígenes español (pedigree), y con garantía sanitaria.

jueves, 14 de junio de 2012

El perro obsesionado con los vehículos


Suele darse en muchos perros la costumbre de ladrar, de perseguir, o incluso de tirarse a morder las ruedas de las bicicletas y demás vehículos, poniendo su vida en peligro con estas acciones.
La causa principal de estos comportamientos, normalmente, es la falta de ejercicio en el perro. Al sentirse aburrido y frustrado, y tener el un exceso de energía, su “instinto de caza” es más elevado de lo normal, por lo que todo lo que se mueve se convierte en una “presa” para él.
Esta conducta se refuerza cada día más, ya que el perro cree que con su acción de ladrar y correr tras los vehículos, estos se alejan. Y se siente fuerte ante ellos.

Si tu perro se comporta de este modo, te aconsejamos lo siguiente:

  • Ejercita más a tu perro. Sácalo más a pasear, y/o juega con él dentro de casa. Haz que corra, que se canse.
  • Consigue varios voluntarios, y sal a pasear con tu perro. Dichos voluntarios montaran en sus vehículos como lo harían normalmente. Cuando se acerquen al perro, y este comience con su habitual conducta, deberán de frenar bruscamente, bajar de sus vehículos, ponerse frente al perro y golpear una vez el suelo de manera contundente, con una botella de plástico vacía (de las grandes, que hacen más ruido). Cuando el perro pare su conducta, el voluntario volverá a su vehiculo. Este proceso debe repetirse varias veces, con diferentes personas y vehículos, y varios días, hasta que veamos que el perro modifique su comportamiento. Hay que tener en cuenta que esto tiene que ser algo inesperado para el perro, ya que si intuye lo que va a pasar, no será efectivo.


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